Las PAJITAS (o también llamadas cañas) son demasiado largas para mi peque/alumnos cuando beben con ellas en ciertos envases, por eso les corto un trozo.
Después del experimento en casa con la peque, pensé en lo beneficioso que también resultaría para mis alumnos/a.
Les repartí por igual trocitos de pajitas de dos colores verde a uno y amarillo a otra alumna. Y tenían que introducirlos por los agujeros.
Un día cuando estaba cortandolas en casa, saltaron y cayeron un par de ellos al suelo. Mi peque no tardó en hacerse con ellos y empezó a jugar.
(Las puertas de mi bajo-fregadero son de celosía y ella los metió por los agujeritos, abría la puerta, los recogía, cerraba y volvía a meterlos...después de ver esto...
Decidí guardar todos los trocitos de pajitas que recortaba.
Mientras acumulaba trocitos de pajitas y mi marido no entendía el porqué 😅 buscaba por los bazar de chinos de mi pueblo un recipiente con agujeritos de igual diámetro que las pajitas.
El resultado, un juego para ell@s con el cual están desarrollando diversas capacidades:
Su motricidad fina
Coordinación ojo-mano
Atención y concentración
Colores
Otra forma, para aquellos que tienen dificultades para realizar la pinza, pero se desarrolla la atención, y la coordinación oculomanual y fuerza, es introducir un poco los trocitos como veis en la imagen, de forma que el/la niño/a debe ejercer fuerza/presión sobre ellos para que entren y caigan dentro.
También trabajamos posteriormente la clasificación, recogiendo cada uno los trocitos de su color , así como el conteo.
¡Espero que os sirva esta idea!